Carmen Verlichak

«El desalojo rural fue un fantasma que acosó las noches y los días de los trabajadores. Y muchísimas veces fue una realidad. Y aunque parezca mentira, hubo fotos de tales desalojos que se imprimieron como tarjeta postal.
Los rebeldes a esta situación determinaron que sería una verdadera revolución y por ello eligieron la fecha de la toma de la Bastilla para esta proclama.»