cuento

«Se enteró que se había puesto de moda un baile mensual de “solas” y “solos” en el Club Puerto Belgrano, en San Gregorio y eso le permitió pensar que sería una buena oportunidad para, al menos, poder dirigirle la palabra. También supo que ella, aunque no siempre, había asistido a dichos bailes.»

«Se tomaron el tren en Retiro y llegaron donde el destino los había citado: el tambo manual del Vasco rico de la zona rural de Iriarte, don Agustín Goyenechea Irasusta. Tenía unas doscientas vacas en ordeñe, que vivían a la intemperie y …como pocas veces en el transcurso de sus vidas ellos habrían coincidido en algo : “Ese vasco estaba rematadamente loco”.»