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Carnavales

Historias de Iriarte Relatos de Oscar Marzol Había una vez un pueblo que se preparaba en exceso para recibir los corsos de carnaval. 26 de Febrero del 55. Desde la panadería de los Ferreira hasta la esquina de Costantini había sólo dos cuadras.  Las intersecciones fueron debidamente cortadas por los organizadores mediante un vehículo atravesado

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El tambo de Juancito

«A su regreso, al tranco, después de cada mediodía, sus padres lo esperaban para compartir el almuerzo.  Dormía dos horas de siesta, hacía sus deberes y con la honda colgada al cuello, se dirigía al monte cercano con la intención de cazar alguna torcaza.  Caía la tarde y su imaginación sobre el ya amarillento sol del oeste, lo llevaba hacia el futuro promisorio que sus padres avizoraban.»

Iriarte, antes de 1950

Sí, parece algo complejo de contar pero debo decirles que “no todo está perdido…” El 8 de abril de 2021 se vinculó con nosotros Don José Oscar Paganini – nacido el 10/12/1937, hijo de José Juan Agustín Paganini y Josefina Anastasi –  quien vivió en Iriarte desde 1935 hasta 1950, habitando con su familia la

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Peludeando…

«Aquella noche, en una camioneta Ford, se dispuso salir a “peludear”, es decir, cazar peludos. Peco, Omar y yo, en la cabina. Oreste, Armando, Gallito y los dos ingenieros ( a quienes demostraríamos nuestras habilidades) junto a dos tarros lecheros de cincuenta litros y unos tarros con manijas, en la caja del vehículo, con reflectores para localizar los pozos y una vez allí echarles agua para que los animalitos salieran de su madriguera.»

¡Qué triunfo!

«(…)El estado de los allí presentes en esa noche era calamitoso pero la decisión no se hizo esperar. Con el gringo Belladelli a la cabeza, César Nicolás, Fabián “el ruso” Primo, “mosquito” Ricardo Marzol, Sergio Ramírez, el “vasquito” Amestoy, Gabriel Garnica y algunos más salieron en busca de una cama donde reposar, al menos, tres horitas.»

El aeródromo de Iriarte

«Buenas tardes señor Marzol, respondiendo a su pedido, le informo que el avión era un I Ae 24 «Calquin», construido en la Fábrica Militar de Aviones de Córdoba integraba una serie de 101 aeronaves para cubrir los requerimientos de la Fuerza Aérea en la especialidad de bombardero mediano, ataque a tierra y observación. «

Versiones confusas

«Noche cerrada y fría. Así la describiría al día siguiente lo sucedido, mi amigo “Botellón” Lovelli, quien tenía cierta tendencia a elaborar con algunas tergiversaciones sucesos con situaciones grandilocuentes en donde él era el principal protagonista (…)»