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«Luego de un viaje de casi una hora llegaron a Iriarte. AgustÃn lo llevó a Juan hasta su casa. En el momento del saludo final, con la ventanilla del acompañante abierta, ambos – al unÃsono – se preguntaron sobre el destino final de la gallina.»
«No es igual sufrir de hambre que sentir ganas de comer. EL hambre es como la sed, una debilidad que lo deja a uno sin fuerzas de ánimos. (…)»
Queridos escritores: Nunca pensamos en tener una respuesta semejante. Nuestros anteriores concursos no superaron la centena de trabajos y ya…
«El denso humo parece una cortina impenetrable. Usa su poncho para cubrirse la boca y se interna entre los espartillos (…)»
«Logró despertar la envidia de los invitados varones con su habilidad para los pollos a la parrilla rociados sólo con limón y la aprobación de las mujeres por su capacidad histriónica, que despertaba curiosidad y alegrÃa. Innumerables “aplausos para el asadorâ€, que él respondÃa con un simple gesto como no dándole importancia ( pero que en el fondo, disfrutaba)»
«La media manzana siguiente, paralela a la de Romitti, era todo un terreno descampado. AllÃ, en su parte central, se construyó la Iglesia por el año 1965.»
«A su regreso, al tranco, después de cada mediodÃa, sus padres lo esperaban para compartir el almuerzo. DormÃa dos horas de siesta, hacÃa sus deberes y con la honda colgada al cuello, se dirigÃa al monte cercano con la intención de cazar alguna torcaza. CaÃa la tarde y su imaginación sobre el ya amarillento sol del oeste, lo llevaba hacia el futuro promisorio que sus padres avizoraban.»
«Llegó el sábado 26 de mayo del 70. FrÃo, con una persistente y fina llovizna de otoño. En la fonda de la cancha de paleta de don Pedro Aramburu se habÃan congregado los peones de estancia y los trabajadores changarines del pueblo.»
«Una noche de crudo invierno, don Simón debió asistir a una fiesta de los ganaderos de la zona, donde concurrió con doña Zulema, su mujer. Alfonso quedarÃa de guardia con la misma tranquilidad de siempre. Sólo le preocupó, que en su apuro, Simón no le dirigiera palabra alguna. EstarÃa disgustado, ó simplemente le molestarÃa no poder invitarlo a tal evento?»
«Buenas tardes señor Marzol, respondiendo a su pedido, le informo que el avión era un I Ae 24 «Calquin», construido en la Fábrica Militar de Aviones de Córdoba integraba una serie de 101 aeronaves para cubrir los requerimientos de la Fuerza Aérea en la especialidad de bombardero mediano, ataque a tierra y observación. «
«La muerte se habÃa producido a las 10 de la mañana. El efecto dura veinte minutos. Alguien habÃa entrado en ese espacio de tiempo. ¿Con qué propósito? Era viuda, sin hijos. Mujer respetada. Trabajaba en costuras, bordados, planchaba para afuera. Costumbres serias.»
«Asà eran, casi todos los dÃas, excepto los sábados y domingos que agregaban algún bailongo, el cine en lo de Costantini, la misa, el asado, alguna carrera cuadrera en el pueblo ó fuera de él, un campeonato de fútbol, una visita inesperada.»
«Cierta mañana, don Marcos le pide encarecidamente al Cleto que se acerque a su casa a fin de revisar su precaria instalación eléctrica y esté accede sintiéndose un verdadero electricista.»
«Manuel – Manolo – Anca DÃaz ( serio, demasiado serio, ceremonioso, amante de los caballos de trote y de sus carreras, padre de quien luego serÃa nuestro veterinario, el Negro ( chivo ortigado ) Anca ; era dueño en realidad de toda la manzana, incluida nuestra casa (la de Ramón).»