Cuarto premio del Segundo Concurso
Ezequiel Méndez




«Cierta mañana, don Marcos le pide encarecidamente al Cleto que se acerque a su casa a fin de revisar su precaria instalación eléctrica y esté accede sintiéndose un verdadero electricista.»
«Una de aquellos dÃas de mis once años me encontró afectado por una indisposición estomacal que allÃ… y por aquel entonces se llamaba “empachoâ€; enterado de la emergencia mi gran amigo Tito Mateljan me llevó pedaleando a contramano de los rayos del sol de la tarde.»
por Carmen Verlichak Entrevista, Diario del Viajero (21/10/2020)
«Un dÃa, dirigiéndose a MartÃn Odriozola, vasco con un buen pasar, buen sentir y bastante mayor que él, le dijo “quisiera subirme a un caballo pero mi viejo me amenazó con una paliza si lo intentaba. ¡ Vos sabes como es el viejo…!â€
«Logró despertar la envidia de los invitados varones con su habilidad para los pollos a la parrilla rociados sólo con limón y la aprobación de las mujeres por su capacidad histriónica, que despertaba curiosidad y alegrÃa. Innumerables “aplausos para el asadorâ€, que él respondÃa con un simple gesto como no dándole importancia ( pero que en el fondo, disfrutaba)»
«Súbitamente, a eso de las 21 horas se abre la puerta y entra un “crotoâ€, bien croto que, según él mismo comentara, bajó del tren carguero que desde Godoy Cruz, Mendoza, se dirigÃa a Buenos Aires. Sucio, con derruidas alpargatas, pantalón a la pantorrilla, saco cargado de no se supo qué pero con sus bolsillos bien estirados y una gorra impresentable. Miró, saludó sin saludar, y se pidió “una cañaâ€.
«(…)El estado de los allà presentes en esa noche era calamitoso pero la decisión no se hizo esperar. Con el gringo Belladelli a la cabeza, César Nicolás, Fabián “el ruso†Primo, “mosquito†Ricardo Marzol, Sergio RamÃrez, el “vasquito†Amestoy, Gabriel Garnica y algunos más salieron en busca de una cama donde reposar, al menos, tres horitas.»
«Estaban las ganas pero faltaba “el cómoâ€. En una visualización inteligente mosquito sugiere como nombre del equipo “Marzol Cereales†(empresa que podÃa bancar los gastos) y su Gerente Armando era “proclive a la famaâ€. ¡¡¡¡ Brillante!!…»
«El pueblo estaba convulsionado porque ambos habÃan llegado a la final que se disputarÃa el 25 de Mayo de 1968. Mitad del pueblo por la roja, mitad del pueblo por la celeste.»
«Poco a poco nos fuimos acomodando alrededor de la mesa. Todo era un murmullo agitado, alegre, ruidoso, festivo. Para nosotros los chicos, emocionante, desordenado, ansiosos por los festejos cuya hora se aproximaba. Para los grandes, no sé…»
«Faltaba ya escaso tiempo para la hora señalada de largada y, aparentemente los nervios le estaban jugando una mala pasada. El predio de la competencia era un parque arbolado de grandes eucaliptus donde los asistentes, aprovechando su sombra estacionaban los vehÃculos. De pronto, nuestro eximio deportista salió raudamente hacia los baños y los encontró a todos inexplicablemente ocupados.»
«Comenzó, como jugando, a complicarle el camino a las hormigas en un intento inconciente de saber cuál serÃa su reacción ante un acontecimiento imprevisible. De pronto lo asimiló con su vida, con sus propios tropiezos, con su volver a empezar y volver a caer y detuvo su mano.»
«Buenas tardes señor Marzol, respondiendo a su pedido, le informo que el avión era un I Ae 24 «Calquin», construido en la Fábrica Militar de Aviones de Córdoba integraba una serie de 101 aeronaves para cubrir los requerimientos de la Fuerza Aérea en la especialidad de bombardero mediano, ataque a tierra y observación. «
«Fueron duelos de ingenio: él amagaba con irse, haciendo ruido como si se retirara de la habitación y ellos caÃan en la trampa ligando lo que viniera con chancleta o cinturón. Pero aún asÃ, muchÃsimas veces se escaparon.»