MarÃa Eugenia Argañaraz




Compartimos con Ustedes el relato que obtuvo el SEGUNDO puesto en el III Concurso Internacional de Relatos de Campo y…
«No es igual sufrir de hambre que sentir ganas de comer. EL hambre es como la sed, una debilidad que lo deja a uno sin fuerzas de ánimos. (…)»
MUCHAS GRACIAS a los que participaron por engrandecer este concurso. En los concursos literarios todos ganan. Y desde el principio;…
«Nunca le importó – porque yo presiento que asà fue – ni el baile en sà mismo, ni los partidos que no entendÃa. Sà le importaban un buen choripán y un vaso de tinto que alguien se encargarÃa de acercarle; y sobre todo, esperaba el cariño familiar del que tan mezquinamente lo habÃa dotado la vida. Y tuvo su mayor familia en el pueblo entero.»
Queridos escritores: Nunca pensamos en tener una respuesta semejante. Nuestros anteriores concursos no superaron la centena de trabajos y ya…
«Una tarde en la estancia, estaban varios tales como Haroldo Mateljan, el Vasco Larrañaga, Carlitos Guidobono, el Nato y, por supuesto José y Cacique mirando caer una copiosa lluvia, desde la plataforma cubierta donde atracaban los carros lecheros para entregar sus tarros, tomando unos mates para aprovechar el tiempo y hablando de todo un poco – básicamente, con poco contenido.»
«Una noche la sorprendió ornado. Al sentirse descubierta volvió sus ojazos interrogantes hace él. Lo quemaron. (…)»
Compartimos con Ustedes el relato que salió Séptimo en el III Concurso Internacional de Relatos de Campo y Pueblo. Su…
by Adolfo Santos Barbieri We share with you the story that obtained the FIRST place in the III International Contest…
«Todos estaban excesivamente alegres. El notó que sólo Julián, el menor del grupo, se miraba para adentro. Comprendió que en algo se parecÃan y por eso prefirió no preguntarle nada.»
«HacÃa escasos quince minutos que se habÃa retirado del boliche, totalmente mamado. Caras de preocupación, incertidumbre y la designación apresurada de un grupo de rescate hacia la casa del gordo que, sentado con un pucho apurado como medicina y un vaso de agua fresca, contaba la pelea que terminó en puñalada.»
por Carmen Verlichak Entrevista, Diario del Viajero (21/10/2020)
«Don Marcos Loza, vecino de confianza divisó que entre tantas habÃa una “clueca†con su tÃpico sonido delatando ese estado emocional. «
«Estaba Nelson en esa crÃtica situación, pensando en alguna medida desesperada, encomendándose a todos los santos, cuando vio a dos caballos acercarse desde la orilla norte. (…)»
«Una de aquellos dÃas de mis once años me encontró afectado por una indisposición estomacal que allÃ… y por aquel entonces se llamaba “empachoâ€; enterado de la emergencia mi gran amigo Tito Mateljan me llevó pedaleando a contramano de los rayos del sol de la tarde.»