Segundo premio del Segundo Concurso Literario
Ernesto Miguel Schneiter
Ilustración: Oscar Genco
Ilustración: Oscar Genco
«Don Marcos Loza, vecino de confianza divisó que entre tantas habÃa una “clueca†con su tÃpico sonido delatando ese estado emocional. «
«Los horarios en verano eran de 7 a 11 por la mañana y de 15 a 19 en la tarde. Este turno tenÃa coincidencia parcial con los asistentes al curso de “catequesis†que dictaba en la capilla Santa Teresita una monjita que venÃa desde el pueblo vecino de San Gregorio (la “monja negra†según los chicos, por su tez morena).»
«La media manzana siguiente, paralela a la de Romitti, era todo un terreno descampado. AllÃ, en su parte central, se construyó la Iglesia por el año 1965.»
por Oscar Marzol En la frÃa tarde del domingo 14 de mayo de 2006, sin pensarlo demasiado, comencé a escribir…
«A su regreso, al tranco, después de cada mediodÃa, sus padres lo esperaban para compartir el almuerzo. DormÃa dos horas de siesta, hacÃa sus deberes y con la honda colgada al cuello, se dirigÃa al monte cercano con la intención de cazar alguna torcaza. CaÃa la tarde y su imaginación sobre el ya amarillento sol del oeste, lo llevaba hacia el futuro promisorio que sus padres avizoraban.»
Concurso literario organizado por Museo Iriarte y Editorial Krivodol Press. IMPORTANTES PREMIOS! Cierra el 18 de diciembre del 2020. PARTICIPA!!
«Una noche de crudo invierno, don Simón debió asistir a una fiesta de los ganaderos de la zona, donde concurrió con doña Zulema, su mujer. Alfonso quedarÃa de guardia con la misma tranquilidad de siempre. Sólo le preocupó, que en su apuro, Simón no le dirigiera palabra alguna. EstarÃa disgustado, ó simplemente le molestarÃa no poder invitarlo a tal evento?»
«El pueblo estaba convulsionado porque ambos habÃan llegado a la final que se disputarÃa el 25 de Mayo de 1968. Mitad del pueblo por la roja, mitad del pueblo por la celeste.»
«Olegario “Moncholo†Montiel, Francisco “Malacara†Sorobeo, Ramón “Cacique†Herrera, Juan “Mandinga†Aparicio, “El Toto†Cincunegui y “Cabecilla†Hernández ya estaban juntos desde el mediodÃa.
El único que faltaba era Placentero.»
«Estaban las ganas pero faltaba “el cómoâ€. En una visualización inteligente mosquito sugiere como nombre del equipo “Marzol Cereales†(empresa que podÃa bancar los gastos) y su Gerente Armando era “proclive a la famaâ€. ¡¡¡¡ Brillante!!…»
«Un partido, luego la revancha y después “el buenoâ€. La noche se alargaba y en algunos se notaba “un ligero descontrol internoâ€. Si no habÃa más plata, se cargaba en cuenta, sin riesgo, porque ese crédito era sagrado.»
«Hubo temporadas de encuentros más fluidos, cuando ambos tenÃan claridad y coincidencia en lo que estaba sucediendo y ameritaba la toma de un café o una copa de vino. En otras, llegaron casi hasta evitarse aún conscientes que ambos circulaban por veredas muy cercanas.»
Compartimos con Ustedes el relato que obtuvo el SEGUNDO puesto en el III Concurso Internacional de Relatos de Campo y…
«Faltaba ya escaso tiempo para la hora señalada de largada y, aparentemente los nervios le estaban jugando una mala pasada. El predio de la competencia era un parque arbolado de grandes eucaliptus donde los asistentes, aprovechando su sombra estacionaban los vehÃculos. De pronto, nuestro eximio deportista salió raudamente hacia los baños y los encontró a todos inexplicablemente ocupados.»
«HabÃa resuelto reunirme unos momentos con mis padres y Teresa, mi abuela materna. Resultó distendida, profunda, definitivamente contenedora.»