museo campestre

«El desalojo rural fue un fantasma que acosó las noches y los días de los trabajadores. Y muchísimas veces fue una realidad. Y aunque parezca mentira, hubo fotos de tales desalojos que se imprimieron como tarjeta postal.
Los rebeldes a esta situación determinaron que sería una verdadera revolución y por ello eligieron la fecha de la toma de la Bastilla para esta proclama.»

«En Bigand el 15 de junio se hizo una asamblea de agricultores que terminó con la consigna “A la huelga”. Unos días después más de mil agricultores en Alcorta, se reúnen en la Sociedad Italiana y “¡Huelga por tiempo indeterminado!” fue la consigna ovacionada el 25 de junio de 1912.»

En marzo de 2001 le encomendé a Oreste Marzol la búsqueda de maquinaria a vapor.  Le pasaron un dato que…

«Hoy te saludo con una oración, un abrazo final y un hasta siempre, amigo Carlos.»

«Se tomaron el tren en Retiro y llegaron donde el destino los había citado: el tambo manual del Vasco rico de la zona rural de Iriarte, don Agustín Goyenechea Irasusta. Tenía unas doscientas vacas en ordeñe, que vivían a la intemperie y …como pocas veces en el transcurso de sus vidas ellos habrían coincidido en algo : “Ese vasco estaba rematadamente loco”.»

«La noche de invierno del 17 de julio de 1962 presagiaba una velada boxística de primer nivel en el Club San Martín de Iriarte. Pelea pactada a diez rounds entre el crédito local Miguel “Cirujano” Bontempo y el campeón provincial Avelino “Rompehuesos” Sagardía. Arbitro del combate… ¡quién otro que no fuera el Cacho Arriola!»

«Logró despertar la envidia de los invitados varones con su habilidad para los pollos a la parrilla rociados sólo con limón y la aprobación de las mujeres por su capacidad histriónica, que despertaba curiosidad y alegría. Innumerables “aplausos para el asador”, que él respondía con un simple gesto como no dándole importancia ( pero que en el fondo, disfrutaba)»

«Llegó el sábado 26 de mayo del 70. Frío, con una persistente y fina llovizna de otoño. En la fonda de la cancha de paleta de don Pedro Aramburu se habían congregado los peones de estancia y los trabajadores changarines del pueblo.»

En los veranos de 1959, 1960 y 1961, en esta casona estudié “inglés” con la recordada profesora “chiquita Tuero”. También nos hemos bañado en el tanque del molino.

«Todos estaban excesivamente alegres. El notó que sólo Julián, el menor del grupo, se miraba para adentro. Comprendió que en algo se parecían y por eso prefirió no preguntarle nada.»

Bienvenidos a la Página Oficial del Museo Iriarte. Los invitamos a viajar en el tiempo, en un recorrido único en Latinoamérica, especialmente diseñado comprender el estilo de vida, de trabajo y el desarrollo tecnológico que marcó una época especial de nuestro país, y nuestro continente.