«HabÃan arribado al pueblo dos nuevos policÃas, Asunción y Nicolai. A poco de estar allÃ, la escasa densidad poblacional permitÃa establecer vÃnculos amistosos entre controlantes y controlados.»
«Faltaba ya escaso tiempo para la hora señalada de largada y, aparentemente los nervios le estaban jugando una mala pasada. El predio de la competencia era un parque arbolado de grandes eucaliptus donde los asistentes, aprovechando su sombra estacionaban los vehÃculos. De pronto, nuestro eximio deportista salió raudamente hacia los baños y los encontró a todos inexplicablemente ocupados.»
«Adentro, piso de madera, un antiguo mostrador, algunas botellas desparramadas en una desparramada estanterÃa y en una de las tres mesas habilitadas a los parroquianos, con un vaso de aperitivo Amargo Obrero, soda y una rodajita de limón se habÃa acodado Vicente Villalba.»
«Siempre me he preguntado cuál de las pasiones del hombre mide menos las consecuencias de sentirlas a pleno: amor o juego. Lo vivido dice que el amor puede llegar a redimir. Nunca el juego. Pero la intensidad…»
«Y entraron a pasar los años. Cada vez la frontera con el indio se fue alejando más de LA Centinela. Ya Pichà Contreras tenÃa doce años expertos, de excelente fÃsico y admirables condiciones humanas (…)»
«Los indos de Epúmer acallaron sus festejos. Estaban desconcertados y el pudor de su lealtad los hacÃa caracolear con sus caballos alrededor del cacique. Los rostros anunciaron el miedo. Las carcajadas de Margarita destrÃan la razón del universo (…)»
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