por Oscar Marzol
En la frÃa tarde del domingo 14 de mayo de 2006, sin pensarlo demasiado, comencé a escribir sobre mi pueblo. Cerrando los ojos de tanto en tanto fui recorriendo las calles de mi niñez estampando en el papel las fotos de su gente, casas, veredas, plaza, a medida que avanzaba. Eran las fotos de “mi†máquina que seguramente contrastarÃan con las de cualquier otro que pudiera tomarlas. Me convertÃa esto en un escritor, tendrÃa sentido que alguien más lo leyera, le ayudarÃa a otros a repasar sus propios recuerdos ?. No importa. Me ayudó a mà a distraer el alma, a encontrarme con anécdotas, dedicarle unos minutos al afecto que sintiera por gente que ya no estaba, recrear el perfume de las madreselvas sobre los tejidos, oÃr el grito de los carreros con sus tarros lecheros, añorar el juego a las bolitas, revivir el color de las mariposas sobre los charcos después de la lluvia…
Lo releà muchas veces y fui encontrando faltantes enriquecedores pero incorporarlos hubiera sido retocar la foto original. Lo leyeron otros que habÃan compartido época, lugares y vivencias; lejos de pensarme como un eximio escritor, se sorprendieron de su propio olvido y ello alcanzó para recorrer el tiempo, juntos. Luego pasó a manos extrañas y como un eco encontraron parecidas situaciones en sus pueblos o lugares de origen y hablaron sobre sus propios personajes…
Qué más se necesitaba, entonces, para proponer organizar un concurso de crónicas, historias, cuentos, leyendas, basadas tanto en la percepción personal como en la tradición oral de cada sitio. Eran necesarios escritores de talla, exigencias literarias, antecedentes personales ?
Hay tantos escritores importantes como seres que circulan por el mundo, sólo que algunos se animan y otros se conforman con leer lo escrito por aquéllos.
Yo me animé, sin pretensiones y por supuesto, sin literarios resultados.
Otros también lo hicieron en los concursos y fue agradable y enriquecedor leerlos.
Tal vez, en la conjunción del contenido y la forma, como en todas las disciplinas, alguien nos sorprenda en estos intentos, convirtiéndose en un “notable escritorâ€.
Audio de este relato:
Estaremos compartiendo con ustedes algunos de los cuentos ganadores de los dos concursos, realizados hasta el momento, en nuestro Rincón Literario, sector Libros Publicados, Primer concurso y Segundo concurso.
Hermosa historia!!! En verdad….uno al leerla siente que lo hace desde el alma. Que maravilloso lograr, que a través de las palabras, se pueda lograr viajar hacia el pasado, que en su mayorÃa es atesorado en lo más profundo del corazón. Yo escribo desde mis 12 años….tal vez en algún momento, me animo y participo de los concursos que organicen. Mis cariños y felicitaciones por tan hermoso gesto, como lo es el hacer inmortal el recuerdo de sus padres. Un abrazo cordial. Silvana Gallo.
El tiempo es como la gota que horada la piedra, viejo y sabio axioma. El tiempo tiene tal paciencia, que dura toda la vida. La vida es, tiempo. Inexorablemente se nos esfuma y sólo podemos rescatar de él pocas, pero valiosas enseñanzas. Nuestra niñez, que; aunque para algunos cruel y dolorosa y por ello muy desdeñada, para otros, jalonada de gratos e irrepetibles recuerdos. La niñez es casi perfecta, porque la construimos de ese modo. Los amigos, porque hasta cierta edad, todos parecemos serlo. El tiempo se encargará luego, de hacer la selección, y ya no serán tantos. El amor, porque solo el tiempo nos hará «valientes» para expresar nuestra intención de aproximarnos a quienes nos movilizan interiormente, derrotando definitivamente a la timidez con la que convivimos hasta ese instante. Sus vaivenes de alegrÃas y desencuentros serán las que influyan, con el tiempo, en el cincelado de nuestro carácter y personalidad. . Nuestros viejos, aquéllos gigantes que podÃan hacer todo lo que nos parecÃa imposible. Todo podÃa ser resuelto por ellos.El tiempo, habrÃa de hacerse cargo, de tamaña fantasÃa. Todo esto y muchÃsimas cosas más van modificándose con el transcurrir del tiempo.Escudriñando los cuentos en lo profundo, es obvio comprender porque Oscar Marzol, recurre tan frecuentemente a sus experiencias en ese pequeño pueblito de la Provincia de Buenos Aires. Iriarte es su mundo. Su pequeño gran mundo. El tiempo transcurrido en él, selló definitivamente. y con enorme trascendencia su destino afectivo. ¿Por qué escribo sobre el tiempo? Porque Oscar le ha dedicado minutos, horas, meses y años a «su» pueblito y «sus» experiencias. Ese tiempo hará historia. Y ya que nos expresamos sobre el tiempo,tiempo es también el que han dedicado para leerme este ratito. Muchas gracias. P.D. Fantástica la idea del concurso literario, no tengo dudas de que tanta emoción escrita, dará lugar a nuevos «tapados» de la literatura vernácula.
Por supuesto, Silvana
Te esperamos en el próximo concurso
Un cordial saludo
Oscar Marzol
Felicitaciones al Sr, PASCUAL R.BATTISTA por sus conceptos vertidos en tan brillante texto, que resume sensaciones que por averlas vividos y con muchos años sobre las espaldas lo retrotraen a un compendio de aquello que fue la vida en la tranquilidad de nuestra pampas,
Felicito al Sr. Marzol y su grupo por la idea de realizar un Certamen Literario para mantener vivo si ello sirve y creo que mucho, la llama del sacrificio y que le permitió a nuestra República estar en los primeros lugares del mundo y que generaciones venideras producto del consenso que tiene que llegar ,volverán a colocarla en esos sitios.
Ricardo